Producción de moldes de plástico e ingeniería inversa: técnicas productivas que debes conocer

El sector industrial está obligado a mantener unos índices de productividad incontestables y, para ello, las empresas se deben rodear de los mejores fabricantes de piezas del mercado. Para entender cuál es su influencia en los parámetros de rendimiento a nivel industrial, así como en los de precisión en la elaboración de todo tipo de elementos, es necesario valorar los métodos empleados. En esta ocasión nos gustaría hacer mención a dos técnicas que están dominando el mercado: la producción de moldes de plástico y la ingeniería inversa. Veamos en qué consisten y por qué son tan importantes.

En qué consiste la producción de moldes de plástico

El diseño y la producción de moldes para inyección de plástico son una solución de gran interés en el mundo industrial. Este proceso se basa en la producción de soportes con los que, posteriormente, se confeccionan todo tipo de piezas. Ahora bien, para que los resultados sean precisos y de alta calidad es imprescindible recurrir a una fabrica de moldes para plástico de primera categoría. Unas compañías que se suelen caracterizar por tener grandes instalaciones y una maquinaria de última generación; fabricando varios moldes al mismo tiempo y siempre a medida.

Cada cliente es un mundo y los pedidos varían drásticamente según el tipo de industria de la que estemos hablando. No es lo mismo producir componentes para una empresa de automoción que para una de energía. Sin embargo, en todos los casos es imprescindible que el proceso de diseño del molde sea eficaz; abordando el proyecto de manera integral: desde los primeros esbozos hasta la inyección final de las piezas plásticas. Todo ello pasando por controles de calidad exhaustivos en aras de certificar que cada paso productivo se dé en la dirección correcta.

Así pues, este trabajo de ingeniería comienza con el diseño en 2D y 3D del boceto con softwares CAD. Una vez el cliente da el visto bueno, la empresa se pone manos a la obra para crear el molde con los equipos tecnológicos correspondientes. Finalmente, se lleva a cabo la inyección de plástico sobre el propio molde para, cuando se seque dicho material, se tenga la pieza encargada en un principio. Un sistema rápido, eficiente y con resultados precisos que permite al conjunto del tejido industrial operar bajo los mayores estándares de rendimiento.

Qué es la ingeniería inversa

Si bien es cierto que la inyección de moldes de plástico es una de las técnicas más destacadas en este tipo de corporaciones, nos gustaría igualmente poner en valor una metodología que cada vez tiene más demanda. La ingeniería inversa se ha posicionado rápidamente como una opción de gran valor que, mediante el uso de digitalización, optimizan al máximo el control dentro del mundo industrial. Un sistema que sirve para rediseñar todo tipo de productos en aras de adaptarlos a requerimientos concretos por parte de clientes de todos los ámbitos industriales. Pero, ¿por qué se llama ingeniería inversa?

El término hace referencia a cómo se da la vuelta al proceso productivo. Es decir, en lugar de diseñar un objetivo y crearlo, este método parte de una pieza ya producida. Dicho artículo se digitaliza con softwares de 3D tipo CAD para conocer al detalle su forma. En el programa informático se pueden analizar sus principales características y hasta la más milimétrica de las propiedades, entendiendo así su estructura, funciones y operaciones para mejorarlo al máximo. Una labor muy habitual en aquellas piezas que son complicadas de dibujar o cuyos planos originales son de imposible obtención.

Gracias a la ingeniería inversa, se puede averiguar toda la información deseada de una pieza. Pongamos el caso de la industria de la automoción: mediante esta tecnología es posible mejorar los componentes de los vehículos al milímetro o incluso crear una pieza nueva a partir de modelos obsoletos. Lo mismo sucede en otros sectores como las energías renovables o el farmacéutico. Una técnica vanguardista que reduce los costes de fabricación, agiliza los tiempos y aumenta la vida útil de la pieza. ¡La innovación de estas compañías está promoviendo una nueva revolución industrial!