Una mirada al pasado: Minería en Prado de la Guzpeña
Una mirada al pasado: Mina La Prometida, Prado de la Guzpeña
La historia económica minera de la Montaña Oriental Leonesa a través de las minas y los complejos industriales más tradicionales de sus pueblos.
Los hornos, en los años 50 (Arch. J.M. Sanchis)
Han pasado ya unos cuantos años desde que las cuencas mineras de la Montaña Oriental Leonesa, principalmente las de Sabero y Valderrueda-Guardo cerrarán sus minas para siempre.
Una de las zonas con más tradición económica minera en esta comarca leonesa era la de Prado de la Guzpeña, hoy un pequeño ayuntamiento que cuenta con poco más de 130 habitantes repartidos en cuatro pueblos que hasta hace unas décadas tenía un gran atractivo de empleo gracias a las minas y a las instalaciones de estas en los terrenos cercanos a Prado.
La historia de la extracción de carbón en esta zona leonesa comenzó a finales del siglo XVIII, aunque a muy pequeña escala que no se llegó a prolongar ya con minas en actividad hasta el año 1865, cuando la Sociedad de Crédito Mobiliario de España daría un fuerte impulso a la minería de la región, perforando algunos de los pozos verticales que fueron los primeros de la provincia y también de los primeros de España, en la cuenca de Sabero.
La vía del tren que hoy atraviesa el municipio de Prado de la Guzpeña de norte a sur fue construida a finales del siglo XIX gracias al impulso de la minería en toda la Montaña Leonesa, llevando carbón desde sus diferentes cuencas a los altos hornos de Vizcaya, a donde marcharon miles de personas tras la finalización en la comarca de gran parte de la economía como consecuencia del cierre de las minas.
En 1902, la nueva sociedad creada por dos empresas dieron lugar a Minas de Castilla la Vieja y Jaén que acumuló grandes deudas hasta que en el año 1905 traspasó sus derechos a Marcelino Balbuena y Benigno Arce.
La I Guerra Mundial paralizaría los trabajos de extracción que se reanudaron en 1920 creando la empresa Minas de Prado de la Guzpeña, que puso en marcha un gran complejo industrial en el valle donde cientos de mineros trabajaron durante años.
Ya en 1942 se forma una nueva empresa, Hulleras de Prado de la Guzpeña, que comenzó la extracción de carbón de la mina La Prometida mediante un plano inclinado que modernizó las explotaciones y donde en 1960 levantó 12 hornos y tres chimeneas, una de ellas de 36 metros de altura, para la transformación de la "Hulla" y la obtención de "Coque", más denso y con mayor tiempo de combustión, lo que es ideal para los hornos de fundición de hierro.
La producción de coque finalizaría en 1964, y a partir de 1967 se compaginó la extracción de interior con la de cielo abierto en la zona.
Ésta minería de interior cesó en el año 1971, y en 1979 se cerraron todas las instalaciones, haciéndose cargo de ellas a partir de esa fecha la Sociedad Castellano Leonesa de Minas, que no siguió realizando actividad en la zona, y quedando en el resto de cuencas las minas abiertas hasta 1992, que con los planes de restructuración se la minería se cerraron, en gran parte, la mayoría de ellas.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: J. M. Sanchis - A. Mario Fernández