Después de 30 años, el cementerio del viejo Riaño vuelve a ver la luz...
Después de 30 años, el cementerio del viejo Riaño ve la luz...
Tras la bajada de nivel del Pantano de Riaño, actualmente por debajo del 20%, se nos descubren Impactantes imágenes vistas tras 30 años de este atentado a la Montaña.
Han pasado nada menos que 30 años desde que la llamada Suiza Española (El Valle de Riaño) fuera sumergido para capricho de unos políticos y unos intereses que cerraron una presa y culminaron la construcción de un pantano para abastecer de agua y riego zonas del sur de la Provincia de León y de las vecinas provincias Castellanas de Palencia y Valladolid.
Un pantano que hoy es un desierto con poca agua, cercano al 15% de capacidad, y con vistas a secarse por completo sí no llegan las condiciones meteorológicas que lo remedie.
Tras 30 años de imágenes y vídeos que nos encogen el corazón por su dureza, por echar a miles de personas de nueve pueblos de sus casas y por la fuerza, han salido a relucir, debido al bajo nivel del pantano, impactantes imágenes que nos descubren hechos nunca vistos hasta ahora.
Algunas de ellas son la antigua carretera de acceso al viejo Riaño, así como un viejo camión atrapado sobre las aguas que este año asuma a la superficie, esqueletos de árboles que yacen por el suelo, pero lo que más impacta es volver a ver y descubrir el cementerio del Viejo Riaño, que ha quedado a aire y a visto la luz tras estos 30 años, donde hoy hay flores en sus tumbas, recordando esos momentos.
Unas imágenes tristes que recuerdan un pasado no muy lejano donde casi todo iba bien en la comarca, imagenes que nos acercan a la esencia de un valle rico en ganadería, agricultura y turismo, gracias a la belleza de sus pueblos, a la magia de sus tradiciones y al entorno inigualable de la Montaña Leonesa.
Todas las imágenes han sido sacadas esta misma semana por el montañero Valentín Costo García, un verdadero amante de la naturaleza que ha vivido esa época y que hoy sigue añorando la comarca como la vio en su momento.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Valentín Costo Garcia